Cada noche desde hace un año se me repite este sueño: estoy en un bunker paradisíaco donde refugiarme con toda mi familia. Se trata de abrir una trampilla en muestra casa actual y abajo nos encontramos con una casa fantástica llena de camas enormes y nórdicos y almohadas blancas todo blanco. Habitaciones para todos. Insonorizada. Descender ahí me hace sentir frenéticamente feliz, tranquila y a salvo. Ahí estamos todos los primos felices y toda la familia y nadie nos puede encontrar.
Marta Rusa
Murcia
España